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El Codo del Tenista, Como Evitarlo.

¿Qué es?

El epicondilo esta ubicado en la parte externa lateral de la articulación del codo y es el lugar donde se insertan los músculos extensores de la muñeca.

La epicondilitis, también conocida como “codo de tenista” es una inflamación de las inserciones musculares en el epicondilo del codo.

La epicondilitis lateral afecta también la bolsa humeral, el periostio y el ligamento anular.

Cuando la inflamación no es a nivel lateral, sino medial, es una condición que se conoce con el nombre de "epicondilitis medial", "epitrocleitis" o "codo de golfista".

En la epicondilitis el dolor puede aparecer a nivel del codo e irradiarse por el brazo y zona de la muñeca (articulación carpiana).

Estas patologías afectan con frecuencia a deportistas pero también tienen incidencia en la población general.

Causas

El mecanismo lesional de un codo de tenista puede ser enfocado desde dos puntos de vista diferenciados pero convergentes, es decir, que la comunión de los dos aspectos desemboca en la lesión propiamente dicha.

Por un lado se encuentra el sobre uso, ya que la solicitación repetitiva y persistente de la musculatura del antebrazo, como de cualquier otra, produce una inflamación en las fibras tendinosas de estas estructuras.

Por otro lado, se halla el mal uso de esta musculatura. La mayoría de las lesiones de codo de tenista vienen dadas por el trabajo del antebrazo en posiciones forzadas o comprometidas. Estos segmentos anatómicos están diseñados para funcionar en rangos de movimientos concretos, fuera de estos gestos, el tejido blando encuentra problemas funcionales, con las consecuentes micro roturas, pequeños desgarros o degeneraciones en las fibras tendinosas.

A pesar de llamarse “codo de tenista”, no es sólo en la realización de este deporte donde se produce la lesión. Cualquier movimiento en el que la muñeca adopte una postura forzada puede derivar una epicondilitis. Actos tan comunes como desatornillar algo, escurrir la fregona o el gesto al usar un martillo son acciones propensas de provocar un codo de tenista.

Prevención y Ejercicios

La higiene postural es el mejor método para prevenir una epicondilitis. Realizar los movimientos con una técnica adecuada provocará que los tendones no se sometan a tensionen de exageradas.

Por otro lado, dar descanso a estas estructuras después de sesiones de actividad elevada puede contribuir a evitar la aparición de esta patología. Los estiramientos y los masajes preventivos son altamente beneficiosos, así como el uso de ortesis o coderas elásticas.

Sabiendo el origen del mecanismo de lesión (los ejercicios repetitivos en posiciones forzadas), la detención de estas actividades será el mejor tratamiento rehabilitador. Apartado del foco generador de la lesión, esta misma remitirá gradualmente. A colación con esta medida, se debe estudiar la calidad de higiene postural a la hora de realizar las actividades lesionales. En la mayoría de los casos de codo de tenista, la reeducación postural es la medida más efectiva. Corrigiendo los movimientos, se evitan los vicios posturales tan nocivos para las estructuras tendinosas. De esta forma, se disipan las posibilidades de lesión recidivante.

Existe una ligera controversia en el uso de infiltraciones de esteroides glucocorticoides. A corto plazo el dolor desaparece, pero a largo plazo no hay evidencia de que su aplicación aumente las ventajas de este tratamiento. Además, el riesgo de ruptura local de la inserción del tendón compromete este tratamiento.

LO MEJOR ES PREVENIR


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